Por una plaga en el maíz, Córdoba perdería más de U$S 1.100 millones

La producción de maíz en Córdoba enfrenta un desafío sin precedentes debido a la presencia de la Chicharrita y el Spiroplasma.

Se proyecta una caída de hasta 6 millones de tonelada, lo que representaría pérdidas económicas que ascienden a más de USD 1.130 millones. Esta situación afecta principalmente a la zona centro norte de la provincia, donde se estima una reducción del 50% en la producción.

La chicharrita, un insecto vector del Spiroplasma, ha causado estragos en los cultivos de maíz, agravando los efectos de la sequía y el granizo de la región.

Esta combinación de factores ha generado preocupación entre los productores y podría tener consecuencias significativas en el sector agrícola y la economía provincial.

Consejos para controlar la chicharrita del maíz

La chicharrita del maíz, una enfermedad que históricamente se limitaba al norte del país, ha encontrado su camino hacia la región centro, generando preocupación entre los productores. Esta enfermedad, que provoca el achaparramiento del cultivo, ha proliferado debido a condiciones climáticas favorables y la migración de su vector.

Los investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) atribuyen este fenómeno a un invierno benigno, caracterizado por altas temperaturas y abundantes precipitaciones, junto con el escalonamiento en las fechas de siembra. Esta combinación ha facilitado la rápida reproducción y migración de la chicharrita del maíz, convirtiéndola en una amenaza para los cultivos de maíz en la región centro.

Investigador del INTA Reconquista, Santa Fe, señala que la enfermedad es causada por el Mollicute Spiroplasma kunkelii, una bacteria transmitida por la chicharrita Dalbulus maidis. Las elevadas temperaturas invernales han permitido la supervivencia de la chicharrita, presente en los maíces tempranos. Además, la siembra escalonada ha promovido la migración del vector, al encontrar siempre maíces en estado óptimo.

Facundo Ferraguti, coordinador de la Red Nacional de Maíz del INTA, destaca la necesidad de estrategias de manejo para controlar la enfermedad. Recomienda eliminar malezas gramíneas huéspedes y plantas de maíz guachas, así como seleccionar materiales tolerantes al insecto vector y acotar las fechas de siembra para evitar la coincidencia con los picos poblacionales de chicharrita.

En cuanto a medidas específicas, se sugiere la aplicación de curasemillas para proteger el cultivo durante sus primeros días, la elección de híbridos con buen comportamiento frente a la enfermedad y el control de los maíces voluntarios para evitar la propagación de la plaga.

Belén Bravo, investigadora del INTA San Luis, insta a los productores a estar alertas y tomar precauciones, especialmente ante la aparición de la plaga por primera vez en la provincia. Recomienda mantener los lotes libres de plantas voluntarias de maíz y monitorear las malezas cercanas para prevenir la propagación durante los meses fríos.

Optimismo en la producción de soja.

La recuperación de la humedad impulsa la soja hacia una temporada prometedora.

Las recientes lluvias han marcado un cambio significativo en el panorama agrícola, especialmente en la zona núcleo del país. La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) informa que prácticamente todas las áreas afectadas por sequías han logrado recuperarse, excepto en el centro de Corrientes, donde persiste el déficit hídrico. En particular, la estación meteorológica en Mercedes registró 8.6 mm, señalando la única localidad en la región que aún enfrenta sequía.

En el extremo sudoeste de Buenos Aires, el comportamiento climático se asemeja al de la Patagonia norte. La reserva hídrica para la soja de segunda se mantiene en niveles adecuados a óptimos, ofreciendo perspectivas positivas para esta importante fase del cultivo.

La ORA destaca el levantamiento del bloqueo atmosférico que prevaleció en la segunda quincena de enero, permitiendo la llegada de sistemas sucesivos que finalmente brindaron las tan ansiadas precipitaciones. Este cambio climático beneficioso se refleja en la región pampeana y el norte del país, especialmente en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires.

Alerta Roja en el Campo: Desastre Agrícola por calor abrasador que reduce rendimientos en la Soja hasta un 30%

Las altas temperaturas desatan el caos en la región núcleo, dejando a los agricultores enfrentando pérdidas considerables.

Las elevadas cifras térmicas de la última semana de enero y principios de febrero han dejado su huella en el rendimiento de la soja, con pérdidas que alcanzan hasta el 30%, según informes de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Los pronósticos son sombríos: si no se revierte la situación, las pérdidas podrían ser considerables. La soja de segunda muestra un 20% en mal estado, 60% en condiciones regulares y un 15% ya perdido. En cuanto al cultivo de primera, la mitad de los lotes están en condiciones regulares, mientras que el resto aún se mantiene en buen estado. La estimación de pérdidas por la ola de calor oscila entre el 20% y 30% en promedio, con áreas más afectadas que podrían sufrir pérdidas del 50%.

El futuro del cultivo queda en manos de las precipitaciones. La incertidumbre se cierne sobre las áreas con mejores reservas hídricas, donde las pérdidas podrían oscilar entre el 10% y el 30%. El destino de la cosecha dependerá de cuándo y cuánto llueva en los próximos días.”